Querido padre tu me abandonaste, cuando era pequeño, me dejaste y jamas volví a saber de ti. Se que no te dará importancia mis palabras, pero...te cuento que a mis hijos no los dejare jamas porque no es la carne ni la sangre lo que nos mantendrá unidos, sino que es el corazón y me di cuenta que tu no lo tenias.
pero gracias papa, porque por ti aprendí a ser padre, incluso aun sin tener hijos.
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